Herramientas para la recolección de evidencia entomológica
Entendemos por Entomología Forense al uso de los conocimientos de la Entomología en la resolución de investigaciones de hechos antijurídicos, ya sea en el ámbito penal, civil o administrativo.
El estudio de insectos y otros artrópodos colabora en puntos de interés investigativo judicial, tales como estimación del intervalo post mortem, traslado de cuerpos y sustancias controladas, consumo de estupefacientes, abandono de personas, envenenamiento, infracción a las buenas prácticas en el manejo de alimentos. En todas esas situaciones la búsqueda, recolección, preservación y remisión temprana a los laboratorios especializados de la evidencia entomológica resulta fundamental para poder arribar a resultados útiles a la investigación que se realiza.
Estas determinaciones dependen, en gran medida, de la calidad de la muestra a analizar en el laboratorio, así como de la correcta recolección de datos ambientales, del sustrato y del lugar de hallazgo. Pero sobre todo, de una correcta búsqueda de indicios físicos vinculados a la actividad de insectos en el lugar del hecho. Para maximizar las posibilidades de éxito de esta prueba, entonces, resulta fundamental contar con un equipamiento adecuado para la tarea.

Equipos y materiales
Si bien el escenario prototípico descrito en la bibliografía actual es el del homicidio, suicidio o muerte accidental, los conocimientos de la Entomología pueden colaborar en otros tipos de investigaciones.
Idealmente, la recolección de muestras se hace en el lugar en que se encontraron: lugar del hecho; almacén; heladera; persona viva. Una vez se han localizado y levantado deben remitirse a los laboratorios especializados para su ulterior análisis. Para ello, se recomienda un equipo de búsqueda y recogida compuesto, mínimamente, por:
Elementos de bioseguridad personal
Debe entenderse a la bioseguridad como el conjunto de medidas preventivas destinadas a disminuir y mitigar la exposición a factores de riesgos biológicos, físicos y químicos en las personas que participan en la investigación de campo y de laboratorio. Para el trabajo de campo, las herramientas mínimas de barrera serán: guantes de nitrilo y guantes de látex o vinilo; barbijo, idealmente uno que proteja de sustancias químicas tóxicas, nivel N95 o equivalente; overol tipo Tyvek o guardapolvos/uniforme, en el caso de investigaciones administrativas.

En escenas cerradas, se pueden incluir cofia y polainas descartables, así como toda otra medida que el coordinador de la investigación exija. En el caso de indagaciones en zonas de almacenamiento y escenas de crímenes, será recomendable el uso de calzado de seguridad, distinto al calzado de calle. Dentro de las estrategias preventivas, debe procurarse manipular todos los elementos reutilizables con guantes limpios (equipos de fotografía, elementos de oficina) o, idealmente, dividir las tareas entre el personal interviniente.
Cámara fotográfica
Se utilizará para el registro de la escena y de las colonias de insectos presentes. Si bien siempre es recomendable contar con equipos profesionales o semiprofesionales, las exigencias de registro de la evidencia entomológica pueden ser satisfechas con equipos domésticos. La única consideración en este aspecto es la correcta visualización de la diversidad de la entomofauna presente, por lo que la nitidez de las tomas es condición excluyente para su utilidad como complemento de las planillas escritas. Idealmente debe registrarse el sitio y dirección desde donde se tome cada fotografía que se realice en la investigación, quedando asentado tal en un croquis referencial del lugar. Asimismo, deberá incorporarse una referencia milimétrica estándar
Tablilla y bolígrafo
Servirán para recolectar información del escenario; deberá contarse, además, con un formulario estandarizado para la adecuada toma de datos. Tanto en escenas cerradas como abiertas, puede incorporarse una brújula para localizar los cardinales magnéticos y con ello vincular la evidencia. Asimismo debe considerarse un estándar la utilización de dispositivos GPS para posicionar el lugar de muestreo al nivel del minuto, como mínimo (00º 00’ LAT X ; 00º 00’ LONG X)
Red o manga entomológica
La red entomológica es una herramienta diseñada para capturar insectos adultos voladores. Es una bolsa de tela sostenida por un aro de alambre acerado, de 30 cm de diámetro y unida a un mango de madera o metálico de unos 70 cm. El diámetro, tipo de tela y largo de la red pueden variar, de acuerdo al tipo de insectos y lugar donde habitan. Para la red liviana o aérea, la tela debe ser fina, liviana, por lo que suele recomendarse tul o poliéster. En el caso de la red pesada o de rastreo, diseñada para capturar insectos en zonas de arbustos duros o espinosos, deberá apelarse al uso de gabardina o similar. Asimismo, para muestreos en ríos, lagunas o espejos de agua, se debe usar la red acuática, construida con malla metálica inoxidable o una tela que no se degrade con la humedad.

Frasco mortífero
Es un recipiente de vidrio, con tapa hermética, con una capa delgada de acetato de etilo absorbido en yeso sobre la base. Su finalidad es la de sacrificar a los especímenes de moscas adultas luego de capturarlas con la red. Para evitar la destrucción del frasco durante los traslados, algunos autores recomiendan forrarlo con cinta adhesiva, para mantener la integridad estructural.
Pinza entomológica de puntas blandas
Utilizada para capturar insectos adultos que caminan o se arrastran y pupas/puparios; esta puede ser reemplazada por la captura manual, aunque los insectos pequeños pueden complicar la tarea.

Pincel de pelos de camello
Para muestreo de larvas y huevos, adhiriéndolos a las cerdas. Puede utilizarse una pinza-cuchara de uso médico, recordando limpiar y desinfectar tras cada uso.

Recipientes pequeños (5-100 mL)
Son recomendables los tubos tipo Khan de plástico transparente con tapas o tapones de inserción o tubos tipo Eppendorf. Son utilizados para trasladar y almacenar insectos en estados preimaginales, dípteros y coleópteros adultos de tamaño pequeño. Pueden resultar necesarios algunos de mayor tamaño en casos muy particulares (15-100 mL).

Bolsas con cierre hermético
Se utilizan para el traslado de sustancias en las que se encuentran los insectos. Esto es recomendado sólo en los casos en que las condiciones ambientales del lugar resulten adversas, por lo que se posterga el levantamiento de los insectos para realizarlo en el laboratorio.
Frascos para cultivo
Sirven para la cría de estados inmaduros de insectos. Suelen utilizarse frasco de vidrio o plástico (200 mL al menos); tapa de tela o gasa atada con hilo o banda elástica para dejar ingresar el aire sin que escapen los especímenes (recomendable, doble gasa para disminuir las posibilidades de fuga o ingreso de insectos). El tramado de la tela debe ser muy cerrado. En campo pueden utilizarse frascos más pequeños, como los destinados a los análisis clínicos de urocultivo, con la salvedad de utilizar una tapa perforada y protegida con tela, de la forma descrita.

Sobres de papel aluminio
Tamaño pequeño (50 mm de lado) con un trozo de carne magra para que se alimenten los cultivos. La bibliografía recomienda utilizar hígado de vaca.
Pala pequeña
Servirá para colectar muestras de tierra que irán en los frascos de cultivo, para los casos de sustrato alimenticio expuestos a la intemperie.

Agua caliente y vaso termo-resistente
El agua debe permanecer a una temperatura cercana o superior a los 80 ºC, para matar especímenes de larvas. Esta temperatura permite la total elongación del espécimen, operación fundamental para la clasificación y determinación de estadio larval o fase de crecimiento. Se recomienda, por este motivo, conservarla en un termo o botella térmica apropiada. En la práctica se utiliza un termo pequeño con su tapa.
Tamiz de trama fina
Para rescatar los especímenes tras la eutanasia en agua caliente. En la práctica se utiliza un colador de uso doméstico. Asimismo, en los casos de productos almacenados (por ejemplo, harinas) es recomendable un tamiz fino para levantar los especímenes presentes.
Alcohol al 70-75%
Se utilizará para la conservación de larvas y huevos (80 partes de alcohol medicinal comercial y 15 partes de agua destilada, v/v)
Termómetros
Ambiental y corporal. Se recomienda el uso de termohigrómetro ambiental para los datos del lugar y termómetro de punción para la toma de datos del sustrato alimenticio.

Etiquetas
Es recomendable un doble etiquetado para los frascos, tubos y sobre. Por fuera, etiquetas auto adhesivas. Dentro, etiquetas de papel vegetal. Las etiquetas deben contener, como mínimo, información de: fecha; caso o referencia del relevamiento; localización y número de muestra. Para evitar corrimiento de tinta, debido a la interacción con sustancias conservantes, el llenado se debe hacer con lápiz de grafito. Por lo expuesto, y ante los eventuales errores, es recomendable poseer goma de borrar libre de ácidos.
Papel tissue
Para limpieza del equipo y herramientas de campo tras su utilización.